Intervenciones Asistidas con Animales

En Mimoment estamos especializadas en las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) como herramienta de apoyo terapéutico, educativo y social. Nuestro trabajo se centra especialmente en la Terapia Asistida con Perros (TAP), aprovechando el vínculo único que se crea entre las personas y los perros para favorecer el bienestar emocional, el aprendizaje y la motivación.

Además, desarrollamos programas adaptados a diferentes contextos y necesidades, como:

  • Educación asistida con animales: para reforzar el aprendizaje, la atención y las habilidades sociales en entornos educativos.

  • Intervención psicosocial asistida con animales: dirigida a potenciar la autoestima, la comunicación y las relaciones interpersonales.

  • Actividades asistidas con animales: experiencias de ocio con un fin terapéutico, que promueven la conexión, la relajación y la mejora de la calidad de vida.

Nuestro enfoque es cercano y profesional, siempre adaptado a cada persona, con el objetivo de integrar la presencia del perro como un recurso valioso en el proceso de acompañamiento.

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¿Qué es la Terapia Asistida con Perros?

La Terapia Asistida con Perros utiliza perros especialmente entrenados para acompañar a las personas en su bienestar emocional, recuperación y desarrollo personal. Su presencia en hospitales, centros educativos, residencias o centros de rehabilitación ayuda a reducir el estrés, mejorar el ánimo y favorecer la interacción social, haciendo la intervención más efectiva y agradable.

¿A quién benefician las intervenciones asistidas con perros?

Las intervenciones asistidas con perros se aplican a distintas poblaciones en contextos clínicos, educativos, sociales y comunitarios, ofreciendo apoyo emocional, cognitivo y social.

  • Trastorno del Espectro Autista (TEA): favorecen la interacción social, la comunicación verbal y no verbal, y reducen la ansiedad y conductas repetitivas.

  • TDAH: mejoran la atención, la autorregulación y la planificación a través de actividades estructuradas con el perro.

  • Discapacidad Intelectual: potencian la autoestima, la autonomía y habilidades funcionales como la comunicación y la rutina diaria.

  • Trastornos emocionales o de conducta: ayudan a regular emociones, disminuir estrés y ansiedad, y fortalecer la empatía y cooperación.

  • Personas mayores o con enfermedades neurodegenerativas: ofrecen estimulación cognitiva, emocional y física, mejorando el estado de ánimo y combatiendo el aislamiento.

  • Personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social: brindan contención emocional, responsabilidad y confianza.

  • Centros penitenciarios o programas de reeducación: promueven empatía, autocontrol y valores prosociales, favoreciendo la reintegración social.

  • Niños hospitalizados: reducen la ansiedad médica, mejoran el ánimo y proporcionan distracción positiva durante tratamientos.

  • Entornos educativos: facilitan el aprendizaje, fomentan la inclusión y mejoran la convivencia y las habilidades sociales.